Hoy veremos un tema muy interesante, la diferencia entre la arteria y la vena, donde el flujo sanguíneo es un elemento esencial y vital para la subsistencia del ser humano, por ello la importancia de cuidar nuestro sistema cardiovascular. Lo hacemos al prevenir la obstrucción de las venas y arterias, esto lo logramos de forma sencilla, por ejemplo: preparando nuestros alimentos de manera saludable, bajos en grasas y sal, controlando el colesterol y la presión arterial si tienden a subir, practicando ejercicios regularmente porque reducirá en gran manera el estrés, entre otras cosas que beneficiarían nuestra circulación sanguínea.
Ahora ¿Cuál es la diferencia entre vena y artería? Lo cierto es que son muchas las diferencias, pues se requieren de varios vasos sanguíneos para bombear toda la sangre en todo el organismo.
Estos vasos, los más grandes, se conocen como venas y arterias, pero, aunque ambas son las encargadas de transportar la sangre, cuentan con asignaciones diferentes dentro de ese proceso de fluido sanguíneo.
Para tenerlo un poco más claro, te invitamos a leer hasta el final para conocer esa línea divisoria entre las arterias y las venas.
¿Qué son las arterias?
Las arterias no son más que vasos sanguíneos de mayor grosor que las venas y se encargan de distribuir la sangre que ya ha sido oxigenada, la cual va desde el corazón hasta los capilares del cuerpo.
Por tal razón las paredes de las arterias son elásticas y gruesas, de mayor estabilidad que las venas, pues de esa manera logran recuperar su forma original al deformarse, así como de mantenerse gracias a sus 3 capas, como son la externa, media e interna. Aunque son más fuertes que las venas esta descripción no las hace inmune a sufrir una rotura.
Además, las arterias también admiten el mantenimiento de la presión arterial.
¿Qué son las venas?
Las venas son igualmente un vaso sanguíneo donde la función principal es hacer el retorno de la sangre poco oxigenada de los capilares hacia el corazón para llegar nuevamente a los pulmones para su oxigenación.
Es decir, las venas se encargan de hacer el recorrido contrario que hacen las arterias en un principio.
Para que esto sea posible y la fuerza de gravedad no sea una limitante, las venas disponen de un método valvular para empujar el fluido hacia arriba.
¿En qué se parecen?
Aunque hay diferencias claves, su participación dentro del organismo humano de una y otra forma admite ciertas semejanzas, como es el caso de que las venas y arterias conforman el aparato circulatorio.
Sin olvidar que todo ello se hace posible porque ambos son vasos sanguíneos que sirven de transporte para la sangre.
Asimismo, su composición está respaldada por un tejido endotelial que facilita su resistencia y correcto funcionamiento.
¿Cuál es la diferencia entre vena y arteria?
Ya puede conocerse de antemano cuáles son las diferencias entre vena y arteria con lo que se ha explicado anteriormente, pero hay muchos más elementos diferenciadores entre estos dos tipos de vasos sanguíneos, tales como:
- Funcionalidad
Las venas y arterias realizan funciones totalmente opuestas, pues mientras las arterias trasladan la sangre del corazón a los órganos, las venas mueven el fluido sanguíneo de los órganos hacia el corazón.
- Composición
Otra gran diferencia puede notarse en la composición de la sangre que se traslada, pues tomando en cuenta el punto anterior, las arterias emplean una sangre con alto nivel de oxigenación para su recorrido sanguíneo.
Mientras que las venas cargan en su haber a una sangre con menor oxigenación y más sustancias orgánicas, por lo que se deposita en los pulmones para su próxima oxigenación.
- Presión de circulación
Aunque estos detalles no se ven, es posible determinar que la presión de circulación de estos vasos sanguíneos es totalmente diferente.
Con relación a las arterias, la presión sanguínea es más elevada, pues las cavidades de las arterias son mucho más amplias, con mayor grosor y capacidad de elasticidad y contracción.
Mientras que dentro de las venas se presenta una presión más leve, por lo que el proceso de traslado sanguíneo tarda un poco más para que la sangre llegue al corazón desde los órganos.
- Válvulas
Entre las diferencias de vena y arteria, la presencia o carencia de válvulas es determinante en este análisis, pues en el caso de las arterias no existen válvulas, lo que facilita aún más los niveles de presión ante su tamaño, elasticidad y grosor.
Por otra parte, están las venas, las cuales sí disponen de pequeñas válvulas y bombas internas que colaboran en la redirección de la sangre desde los órganos hasta el corazón, sin que el retroceso sea un problema en todo el recorrido.
- Tamaño
Como se ha mencionado anteriormente, el tamaño de las venas y arterias también forma parte de las diferencias entre estos vasos sanguíneos.
Por ende, a las arterias se les puede atribuir paredes más gruesas para una mayor capacidad de resistencia y contracción.
Y las venas son más frágiles y quebradizas, pues sus paredes son más finas. Sin embargo, las venas suelen tener un tamaño mayor al de las arterias.
- Estructura
De la mano con el punto anterior sobre el tamaño de las ventas y arterias, esto tiene que ver con su estructura, donde ambos vasos sanguíneos disponen de una capa interna, externa e intermedia.
Pero en el caso de las arterias, la capa intermedia de tejido muscular es más gruesa que la que se presenta en las venas, por lo que estas últimas son más ligeras.
Esto también se relaciona con su forma, pues las arterias son redondeadas con mayor elasticidad y grosor, mientras las venas cuentan con una formación más aplanada con paredes delgadas.
- Variabilidad
La variabilidad es otro factor importante, las venas cuentan con un patrón y disposición completamente diferente en cada organismo.
Ahora con las arterias, estas sí suelen mantener una misma dirección de movilización en la mayoría de los organismos humanos.
Así que, si has llegado hasta aquí, ya tendrás una idea sumamente clara sobre las diferencias entre vena y arteria, que, aunque son parecidas, realmente tienen contrastes notables.
Razón por la que se asumen a las arterias como las encargadas de la distribución del flujo sanguíneo oxigenado del corazón hacia los órganos.
Y a las venas, en facilitar el retorno de la sangre menor oxigenada en el caso inverso, como es desde los capilares sanguíneos hasta el corazón, para posteriormente alcanzar la oxigenación en los pulmones.
Sin dudarlo, las venas y arterias se desenvuelven en silencio, pero satisfactoriamente para lograr un trabajo vital.